Reseña de la pelicula MUJER MARAVILLA
Desde que William Moulton Marston la creó en 1941, Wonder Woman siempre ha estado en su mejor momento cuando sus historias se basan en el espíritu feminista en su esencia. Cuando los artistas tratan su compasión como la clave para comprenderla, en lugar de su brutalidad en la batalla, el público conoce a un superhéroe que ofrece lo que ningún otro puede ofrecer: una fantasía de poder que privilegia la interioridad y los deseos de las mujeres. Pero el cine rara vez ha dejado espacio para las fantasías de las mujeres en una escala tan grande. Y en las adaptaciones cómicas, las mujeres pueden ser duras, divertidas y seguras de sí mismas. Pero rara vez son los arquitectos de su propio destino.
Como fan de Wonder Woman desde hace mucho tiempo, me preocupaba que sus bordes distintivos se lijaran cuando llegara el momento de su película independiente. Podría decirse que es más fácil vender a Wonder Woman como una heroína vengativa en la línea de muchos otros, pero menos distintiva. Pero al principio de la película me di cuenta del terreno al que recurría la directora Patty Jenkins con mayor frecuencia para crear la línea emocional. No fue el brillo de una espada o incluso las pintorescas costas de Themyscira, el paraíso utópico al que Wonder Woman llama hogar. A través de momentos de verosimilitud tranquila y secuencias de acción vertiginosas, la mirada de Jenkins a menudo vuelve sabiamente al rostro de su heroína principal, Diana ( Gal Gadot). A veces, su rostro es inquisitivo, malhumorado y marcado por la furia. Pero la mayoría de las veces luce una sonrisa brillante y abierta que lleva el optimismo y la esperanza que es fiel a la larga historia del personaje, así como un bálsamo muy necesario de lo que ofrecen otros éxitos de taquilla. A su vez, “Wonder Woman” no es solo una buena película de superhéroes. Es una película sinceramente buena en la que no hacen falta calificativos. Es inspirador, evocador y, desafortunadamente, un poco exasperante por las oportunidades que no corre.
Escrita por Allan Heinberg , con una historia también de Zack Snyder y Jason Fuchs , la historia utiliza una variedad de inspiración extraída de los 76 años de historia de Wonder Woman. Cuando era niña, Diana disfrutaba de la amorosa protección de las Amazonas de Themyscira, una isla paradisíaca aislada creada por los dioses del Olimpo. Ninguna amazona es más feroz o protectora que su madre, la reina Hipólita ( Connie Nielsen ). Pero Diana anhela ser entrenada en el arte de la guerra por su tía, Antiope (una estelar Robin Wright ). Ella crece de una niña amable a una mujer joven, valiente e inquisitiva que nunca duda en ayudar a los necesitados. Incluso un hombre como el Capitán Steve Trevor (un Chris Pine infinitamente encantador), quien trae noticias de la Primera Guerra Mundial cuando se estrella en la isla interrumpiendo este santuario exclusivamente femenino, es salvado por ella. Diana deja atrás la única vida que ha conocido y se dirige a finales de la década de 1910 en Londres para detener la guerra que cree que está influenciada por el dios Ares.
El director de fotografía Matthew Jensen , la diseñadora de producción Aline Bonetto y la diseñadora de vestuario Lindy Hemmingconvierte a Themyscira en una hermosa utopía que utiliza una variedad de piedras de toque culturales. Está libre de la influencia helénica que esperarías de una historia que se inspira tanto en el mito griego con las amazonas creando su hogar de una manera que respeta la exuberante naturaleza que las rodea en lugar de destruirla. Tampoco es estéril. Las escenas ambientadas en Themyscira tienen una deslumbrante variedad de colores que incluyen el oro de las armaduras, el azul cerúleo del mar que las rodea, cremas cálidos y marrones profundos. Jenkins filma muchas de estas escenas en plano general, deleitándose con la naturaleza majestuosa de esta cultura. De manera similar, la historia de las Amazonas, contada en una historia de fondo densa pero bellamente interpretada por Hippolyta, evoca una cualidad pictórica que recuerda a Caravaggio. Habiendo dicho eso, mientras que “Wonder Woman” tiene mucho que ofrecer visualmente,
Gadot habita maravillosamente la mezcla de curiosidad, sinceridad, maldad y compasión que ha sustentado a Wonder Woman desde el principio. Lo más importante, ella usa su traje, el traje no la usa a ella. Evoca un heroísmo clásico que es un soplo de aire fresco y un guiño a Christopher Reeve.El acercamiento de Superman a la década de 1970. Del mismo modo, Pine combina su esperanza con un cansancio del mundo y un agudo sentido del humor. Es más que capaz de aportar una complejidad emocional a un personaje descrito más acertadamente como un tipo en apuros. Hay escenas particularmente geniales al principio, cuando Diana habla de que los hombres son innecesarios para el placer femenino. Steve parece deshecho por su presencia, lo que hace que el desarrollo de su historia sea auténtico. Su química es electrizante, lo que convierte a “Wonder Woman” en una exitosa historia de romance y origen de superhéroes ambientada durante una de las guerras más brutales.
En el mejor de los casos, los éxitos de taquilla evocan asombro que puede ser a la vez humillante y emocionante. Piensa en la primera vez que viste el T-Rex en “ Jurassic Park ” o el suspenso que inunda todo “ Alienígenas ”.“Wonder Woman” sobresale en esto particularmente en el primer capítulo ambientado en Themyscira. Sentí que mi corazón se hinchaba al ver a Antiope sonreír durante una intensa pelea y las tiernas escenas de Hippolyta con Diana. “Wonder Woman” no se parece a nada que haya existido antes en cómo muestra alegremente la camaradería entre las mujeres, muchas de las cuales son mujeres de color y mayores de 40 años. Es electrizante ver a las Amazonas entrenar y hablar entre ellas. Estas mujeres son feroces y amables, leales y valientes. En todo caso, deseaba que la película viví en Themyscira un poco más, ya que su cultura está representada de manera tan conmovedora Además, fue increíble ver a Artemis (Ann J. Wolfe) y Antiope en la batalla.
En otros lugares, el elenco de apoyo es desigual. Los villanos, un obsesivo general alemán Ludendorff ( Danny Huston ) y el científico loco Doctor Maru apodado Doctor Veneno ( Elena Anaya ), están pintados de manera demasiado amplia y se les dan muy pocos detalles para tener un impacto duradero. Los camaradas de Diana que Steve reúne están elaborados de manera similar con pocos detalles. Charlie ( Ewen Bremner ) es un francotirador escocés, devastado por lo que ha presenciado en la guerra. Chief ( Eugene Brave Rock ) es un nativo americano que saca provecho de la guerra. Sameer ( Saïd Taghmaoui ) es una especie de artista de confianza. Pero los actores son capaces de dar a estos personajes suficiente sinceridad e ingenio para que sus apariciones sean memorables.
Si bien “Wonder Woman” es una película en general liviana, humorística y esperanzadora, no tiene miedo de tocar la política. El feminismo de la película es astuto. Se ve en momentos en que los personajes de color comentan sobre su posición en la vida y Diana se enfrenta al sexismo de hombres poderosos que dudan de su inteligencia. Por supuesto, el feminismo, las actuaciones encantadoras y el humor encantador no serían nada sin la dirección de Patty Jenkins.
Las películas de superhéroes conllevan inherentemente la emoción de ver a estos personajes cobrar vida y blandir grandes habilidades, pero con demasiada frecuencia las escenas de lucha no son épicas ni atractivas. Muy a menudo son extravagancias de personajes que luchan en hangares de aviones y otros entornos monótonos. Pero lo que hace que "Wonder Woman" sea tan deslumbrante es la mirada distintiva de Jenkins, particularmente en las escenas de lucha. Sí, el CGI a veces está a medias, lo que ocasionalmente me sacaría del impulso, pero, en general, su voz como directora es tan distintiva y su manejo de la acción tan hábil que estaba completamente asombrado. Ella muestra la gran fisicalidad de las Amazonas, Diana incluida, dando a la acción un amplio espacio para respirar sin verse agobiada por una edición excesiva o una dependencia excesiva de los primeros planos. Ella trata la acción como una especie de baile, con personajes importantes que tienen sus propios estilos distintivos para que nada se sienta repetitivo. Las secuencias que representan la primera entrada de Themyscira y Diana en el campo de batalla de la Primera Guerra Mundial son particularmente ejemplares.
Desafortunadamente, hay varias opciones que impiden que la película habite completamente los objetivos únicos y feministas presentados al principio. Ares, cuando finalmente se presenta cerca del final, al principio parece ser una versión algo inteligente del Dios de la guerra. No busca tanto acabar con el mundo como crear uno nuevo influyendo en los aspectos más oscuros de la humanidad. Pero luego la historia se convierte en una película de superhéroes mucho más tradicional de lo que había sido anteriormente.
Es en el tercer acto cuando se hacen evidentes las limitaciones de ser parte de un universo cinematográfico extendido. Es como si los últimos 30 minutos hubieran sido cortados de otra película que buscaba crear el final rimbombante, confuso y feroz al que aspiran demasiadas obras de superhéroes. El acercamiento del tercer acto al verdadero origen de Diana crea un claro cisma entre sus sinceros objetivos feministas y los deseos de una compañía que a menudo no entiende por qué la gente se siente atraída por este personaje en primer lugar. Pero hay suficientes toques conmovedores, como la última escena de Diana con Steve, que evitan que el final agobie por completo la película.
A pesar de sus fallas, “Wonder Woman” es hermosa, bondadosa y optimista en formas que me dan ganas de verla de nuevo. Jenkins y sus colaboradores han hecho lo que antes pensaba que era imposible: crear una película de Wonder Woman que es inspiradora, apasionante y compasiva, en formas que honran lo que ha convertido a este personaje en un ícono.
